15 Days of Russia and Mongolia Adventure Tour

Sobre el destino: Moscú, la capital política, histórica y económica de Rusia, muestra los contrastes más extremos del país. Lo antiguo y lo moderno se unen perfectamente en esta ciudad de 10 millones de personas. La capital rusa es hoy una metrópoli deslumbrante cuya grandeza nunca deja de sorprender. Tome el metro desde una de las adornadas estaciones para llegar a las atracciones principales de la ciudad que son un símbolo del gran y terrible pasado de la ciudad. Los restos del Estado Soviético se encuentran dispersos por toda la ciudad. Hay monumentos que recuerdan a los héroes caídos y las batallas victoriosas, mientras que los museos intentan analizar y sintetizar el pasado. Se puede ver a Lenin y a Stalin, fuera de sus pedestales en el extravagante Art Muzeon. Entre en el realismo socialista en VDNKh. Descienda a las profundidades del sistema soviético en Museo de la Guerra Fría situado en el Bunker-42. Y recuerde a los millones que sufrieron en el Museo de Historia Gulag. Hoy en día, muchos clubes y cafés retro y divertidos dan a sus huéspedes una muestra de la experiencia soviética. El lugar más emblemático de la ciudad (y posiblemente, del país), el Kremlin y la Plaza Roja se encuentran todavía en el corazón de Moscú. Entre los monumentos más reconocibles de la ciudad, son las cúpulas ,casi como de dibujos animados, de la Catedral de San Basilio que se elevan por encima de la Plaza Roja, las gemas de la UNESCO que se construyeron entre los siglos XIV y XVII. Hoy en día Moscú desafía su pasado soviético y ha desarrollado un ambiente hedonista y el sentido que grandes cosas están sucediendo en la ciudad una vez más. Ir de comprar por las boutiques más exclusivas se ha convertido en un deporte nacional, pero Moscú está considerada como una de las capitales culturales más sofisticadas del mundo, con instituciones de clase mundial como el Teatro Bolshoi, el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú y el Museo de Bellas Artes Pushkin. La ciudad también se enorgullece de sus grandes escritores, dramaturgos, compositores, coreógrafos y cineastas. Glamorosa, histórica y hedonista, Moscú es realmente seductora.

Sobre el destino: Irkutsk es la capital de la provincia rusa de Irkutsk Oblast en Siberia Oriental. Con el lago Baikal, de 70 km de distancia, la ciudad es el mejor punto de partida para atacar por la costa occidental. El centro de la ciudad de Irkutsk está lleno de casas de madera con tallas decorativas típicas en las paredes y marcos de las ventanas. La mayoría de los edificios de este tipo fueron destruidos en Moscú y otras grandes ciudades durante la industrialización del siglo XX, por lo que es una rara oportunidad de ver una ciudad rusa que ha mantenido la forma en que estaba hace siglos. Irkutsk es considerada como una de las más bellas ciudades de Siberia. Edificios antiguos permanecen en el centro de la ciudad: la casa de comerciantes del Sibiriakov con un monumento a Alejandro III frente a ella, gobernador general de residencia; la casa de Trapeznikov y otros edificios antiguos. Otros edificios sobrevividos son: Iglesia de Spasskaya, Catedral Bogoyavlensky, la iglesia polaca Krestovozdvizhenskaya, la sinagoga y la mezquita Tártaro. Irkutsk es también un punto de interés para los turistas con sus numerosos museos y arquitectura antigua. El Museo Taltsy, ubicado en el Angara 47 km al sur de Irkutsk, es un museo al aire libre de la arquitectura tradicional de Siberia. Numerosos edificios antiguos de madera de las aldeas en el valle Angara, que fueron después de la construcción de la presa de Bratsk y Ust - Ilimsk Dam, han sido transportados al museo y vuelto a montar allí.

Sobre el destino: El lago Baikal es el lago de agua dulce más grande del mundo (por volumen) y más profundo del mundo. Se encuentra en el área sur de Siberia en Rusia. En 1996 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Sobre el destino: Ulán Bator , es la capital de Mongolia y la ciudad mas poblada del país. Es una de las urbes más frías del mundo. Su población en 2008 alcanzaba algo más de un millón de habitantes. Destaca en la ciudad su arquitectura soviética engalanada con edificaciones tibetanas y budistas. Ulán Bator, la capital de Mongolia, fue fundada en 1649 como un pueblo-monasterio llamado orgón (conocido como Urga o Urgà en el mundo occidental), que prosperó durante los años 1860 principalmente debido a que se encontraba situada como centro comercial entre Rusia y China. Mongolia proclamó su independencia en 1911 y, cuando la ciudad fue nombrada capital del país en 1924,su nombre cambió a Ulaanbaatar, que significa ’héroe rojo’ en la lengua mongola, en honor al héroe nacional mongol Sukhbaatar, que liberó Mongolia de las tropas de Ungern von Sternberg (uno de aquellos personajes que solo pudieron existir en aquella remota época. Era un militar austriaco, que se pasó al bando ruso, donde luchó con el ejercito ruso blanco, o sea, los fieles al bando zarista durante la revolución rusa, luego conquistó Mongolia, expulsando a los chinos, para ser un señor de la guerra particular y acabar siendo entregado por sus propios hombres al ejercito rojo ruso, su crueldad y mala leche eran ampliamente conocidas) y del dominio chino, luchando en el Ejército Rojo soviético. Su estatua adorna la plaza principal de Ulan Bator. La capital de Mongolia, Ulan Bator no ha visto la destrucción relacionadas con la guerra, excepto el en 1921, cuando la Batalla de Urga en el que el barón Ungern von Sternberg derrotó a los 10.000 hombres chinos de guarnición (que habían ocupado Urga sin una batalla).

Sobre el destino: Bienvenido a Kharkhorin, la antigua capital del Imperio Mongol, ubicada en el corazón de Mongolia. Esta ciudad histórica es un tesoro de historia y cultura, con el impresionante telón de fondo de la estepa mongola. Una vez conocido como Karakorum, fue el epicentro del poder durante el gobierno de Genghis Khan y sus sucesores, y hoy en día sigue siendo un destino esencial para cualquier viajero interesado en el rico tapiz del pasado de Mongolia. Comienza tu viaje en el legendario monasterio de Erdene Zuu, que se dice que es el monasterio budista más antiguo que se conserva en Mongolia. Rodeada por una inmensa muralla adornada con 108 estupas, se alza sobre los restos de la antigua ciudad. El complejo del monasterio es un testimonio de la devoción religiosa y el ingenio arquitectónico del pueblo mongol, que cuenta con varios templos, cada uno lleno de arte religioso y artefactos, incluidas pinturas thangka, tallas y budas dorados. Mientras paseas por los terrenos de Erdene Zuu, seguirás los pasos de la historia. La Roca Fálica, o Roca Kharkhorin, está a poca distancia y ofrece una visión única de las tradiciones locales destinadas a disuadir a los monjes de romper sus votos célibes. Cerca de allí, la Roca de la Tortuga es uno de los pocos restos directamente vinculados a la ciudad del siglo XIII, que sirve como marcador de piedra para los límites de la ciudad. Adéntrate más en Járkovín para visitar el Museo de Járkhorin, donde encontrarás una fascinante colección de artefactos tanto del Imperio mongol como de los períodos posteriores. El museo da contexto al ascenso y la caída del Karakórum, detallando su importancia estratégica en la Ruta de la Seda y el eventual declive después de que la capital del imperio se trasladara a lo que hoy es Pekín. Fuera del museo, sumérgete en la cultura local en el bullicioso mercado, donde podrás interactuar con los amables lugareños y tal vez recoger artesanías tradicionales mongolas o probar la cocina regional. Recuerde, un viaje a Kharkhorin no es solo una visita a una ciudad, sino un viaje en el tiempo a los días en que las hordas mongolas dieron forma a la historia del mundo.